jueves, 10 de diciembre de 2015

Familia Heliconiaceae

Su nombre nos hace una clara alusión a la inspiración y la belleza. Resulta ser que la denominación de las integrantes de la familia  Heliconiaceae se desprende de la montaña griega de Helicón, lugar de difícil ascenso por su topografía en espiral y al que acudían las musas siendo éste su santuario. Dicho lo cual, parece que ya muchas cosas cobran sentido al respecto de estas preciosas plantas.



Más conocidas  como heliconias, estas joyas naturales hacen parte de una amplia y colorida familia que pertenece al orden de las zingiberáceas. Entre ellas podemos encontrar más de una centena de especies que se distribuyen geográficamente entre América Central, América del Sur y muchas islas del Pacífico. Por ende, habitan lugares tropicales. Aunque al leer esto no debes de pensar estrictamente en parajes donde predomina el sol y la playa, de hecho muchas de las especies pertenecientes a la familia Heliconiaceae habitan en lugares húmedos, bosques de niebla entre sus predilectos. Sus principales características las hacen inconfundibles: son plantas con inflorescencia (disposición de varias flores en un mismo tallo), con hojas dísticas (emergen en ambos lados del tallo formando pares ordenados), brácteas de buena poción y con vistosos colores, entre otros atributos.

Algunos ejemplares de la familia Heliconiaceae son conocidos con nombres corrientes tales como platanillo (por crecer muy cerca de platanales), ave del paraíso, por cuanto tiene una belleza extraordinaria solo comparada con estas preciosas aves, y muelas de langosta… bueno, basta que le eches un vistazo y le concederás la razón a quien se le ocurrió la idea.
En cualquier caso las hay por docenas con nombres más formales: Heliconia acuminata, Heliconia aemygdiana, Heliconia angusta, Heliconia angustifolia, Heliconia aurantiaca, Heliconia aurea, Heliconia hirsuta, Heliconia indica, Heliconia latispatha, Heliconia lennartiana, etc., en fin, la lista es extraordinariamente larga, pero lo cierto es que sus prendas se encuentran teñidas con los mejores colores de la naturaleza.

Pero eso no es todo. Su facilidad de cultivo, las variables formas de estas plantas y sus caprichosas y resistentes inflorescencias las convierten en las preferidas entre botánicos, aficionados a la jardinería y, desde luego, a los ojos de quienes por vez primera se maravillan con su belleza. Asimismo, son sumamente útiles para evitar la erosión, conservar la buena salud de nacimientos de agua y para realizar destacados arreglos ornamentales: por ejemplo, ofician como elegantes guardias de honor cuando se les dispone en flancos de caminos o entradas.



Finalmente, te dejamos un dato adicional. Las heliconias son generosas en ofrecer sustento a diversas especies, tienen abundante néctar para colibríes, así   que si en tu jardín o patio tienes buenos ejemplares de ellas, estas primorosas avecillas no se resistirán a la tentación y te alegrarán el día con su infaltable visita. 

martes, 24 de noviembre de 2015

Flores tropicales

Mantén los ojos bien abiertos, mejor aún, todos los sentidos bien despabilados porque cientos de coloridos detalles en un solo plano te aguardan: hay que tener ojo clínico para deleitarse con cada pétalo, cada hoja, cada increíble color por separado. Aunque si lo prefieres, embota tu vista con las formas abigarradas y extraordinarias de las flores tropicales en conjunto.

Nuestras inspiradoras protagonistas crecen en la franja horizontal que pasa por, digamos, la mitad del planeta, siendo delimitada ésta por los paralelos del trópico de Cáncer y de Capricornio en el extremo sur y norte de su amplia zona. Lo que en resumidas cuentas nos obliga a traducir lo siguiente: no todos los países del planeta cuentan con la belleza de las plantas tropicales, a decir verdad los más favorecidos cultivos de estas especies se encuentran en Sudamérica, las Antillas, África, algunas porciones de Asia y muy poco o casi nada en Europa y Norteamérica.


Desde luego que, al respecto, Colombia ocupa una posición privilegiada. No es gratuito que sea considerado como uno de los países más biodiversos. Entonces hagamos cuentas que refrenden esta inmediata afirmación: debido a su impresionante riqueza natural a Colombia le queda pequeño el título de Biodiverso, más bien se precisa de llamarle Megadiverso, por tanto, es difícil ponerse de acuerdo en el número registrado de sus especies. 





Enhorabuena, para los amantes de las plantas y las flores, la descomunal tarea ya fue hecha y arroja una impresionante cifra de 26.186 plantas (se estima que otras cuatro mil están por ser descubiertas). De esta cifra más de 22.000 especies cuentan con algún tipo de flor. Para mayores luces sobre esta riqueza observa este dato: de las 30.000 especies de orquídeas que hay en el mundo, Colombia cuenta con más de 4.000 especies, lo mismo sería decir que nuestro país cuenta con más del 10 % de las especies globales de orquídeas.



Ahora bien, esa nada despreciable cifra de flores halla cobijo a lo largo y ancho del territorio nacional siendo la sabana de Bogotá, el departamento de Antioquia y el Eje Cafetero las principales zonas de cultivo comercial. Por su lado, el clima de la zona cafetera se constituye en el predilecto para el cultivo de flores tropicales como las heliconias―género de flor que reúne a más de cien especies de diversas formas y colores―, la reina de todo jardín.
De tal suerte, entre heliconias, gingers, orquídeas, musas, etc., las flores tropicales se engalanan de pura magia con las más vistosas prendas que la Madre Naturaleza ha obsequiado a ser viviente alguno. Pero las preferidas
de los jardines compiten también con árboles ornamentales como marantas y calateas por la bella disposición de las líneas que describen caprichosos dibujos en sus hojas. Del mismo modo, resulta muy atractivo el tamaño de las hojas de algunos árboles ornamentales que le dan cierto aire de selva tropical a los jardines, en este caso las palmeras son las favoritas entre todo público.

En conclusión, se coligen varios aspectos de todo lo anterior: entre estas frondas hasta un gato doméstico se sentiría como un tigre de Bengala; las plantas exóticas nunca pasarán de moda; las flores tropicales dotan de una característica única a cualquier jardín, sus colores y perfumes son la panacea de cada día en un mundo de acero y concreto.