miércoles, 13 de enero de 2016

Familia Marantaceae

Veamos ahora un muy interesante catálogo de especies angiospermas monocotiledóneas. Uno de los grupos más amplios del reino vegetal que bien puede abarcar desde árboles y hierbas, con un vasto espectro de especies que ha logrado dominar buena parte del planeta. Hablamos de la familia  marantaceae donde pueden encontrase géneros tan complejos y diversos como el género Afrocalathea, Ataenidia, Calathea, Cominsia, Ctenanth, Donax, Halopegia, Haumania, Hylaeanthe, Koernickanthe, Megaphryium, Monophrynium, Pleiostachya, Sanblasia, Saranthe, Stromanthe, Thalia, entre otros.

La rica diversidad de esta familia se expresa  en las cerca de 500 especies que acoge en su clasificación; el género más sobresaliente de las marantaceae es la Calathea  con unas 300 especies.  Destacan en este género la Calathea ornata, Calathea picturata 'Argentea', Calathea picturata 'Vandenheckei', Calathea roseopicta, Calathea rufibarba, Calathea veitchiana, Calathea warscewiczii y la Calathea zebrina.

Ahora, arrojemos un rápido vistazo a las características más importantes de las especies de la familia marantaceae. Las anteriormente mencionadas  crecen de 0 a 1000 msnm y necesitan de  16 a 18 grados, como mínimo, para ser cultivadas exitosamente. Por otro lado, en verano, estas especies requieren de relativa humedad en especial si las temperaturas se levantan por encima de los 30 grados.

La más famosa planta de la  familia marantaceae, muy seguramente, es el sagú (Maranta arundinacea), también conocida con el apelativo de la 'planta obediente' con importante valor nutricional para el humano, especialmente por el almidón de sus rizomas. Asimismo, de sus célebres bondades también se registra, en torno a esta planta,  una fuerte actividad económica con cierta prevalencia en el oeste de la India.

Desde luego, estos bellos exponentes de la familia marantaceae son  tropicales, gozando éstas de mayor presencia en América del Sur, siendo muy reconocidas estas plantas por sus hojas que poseen peciolo (el rabillo que une la hoja con el tallo) y pulvino (lo interesante del pulvino es que, según el foto periodo, noche o día, la hoja lentamente se abre hacia afuera o hacia dentro). 

Las hojas de esta familia son  muy encantadoras tanto en sus colores ―poseen un envés que va del rojo al purpura―, como en las interesantes vetas y motivos que describen sus hojas, cual si un artista les hubiera tatuado con mimo y paciencia. 

De suerte que sus hojas son muy preciadas para la decoración de jardines, y para que te termines de convencer solo basta con echarle un vistazo a las hojas de las thalías y las hojas de predicador, con tan manifiesta belleza, un ejemplar de las marantaceae se constituye en una planta,  por su singularidad, imprescindible en todo jardín. 

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